Aunque muchos puedan pensar que el S & P 500 tuvo un mal comienzo de año con una caída del entorno del 3% en enero, lo cierto es que la tendencia alcista se ha vuelto a imponer y el índice de referencia en EEUU ha recuperado las alzas con fuerza en febrero, unas alzas que le han llevado a revalorizarse aproximadamente un 2% en lo que llevamos de año.
Si comparamos el arranque de este 2015 con el que tuvimos el año pasado, se observa que el arranque de este año es mejor que el del año pasado.
En estos dos últimos años el rendimiento del primer mes ha sido bastante mediocre, pero en febrero el mercado se ha recuperado. El gráfico que podéis ver al lado de estas líneas, generado por Bespokeinvest muestra una comparativa del rendimiento del S&P 500 durante los primeros compases de 2014 y 2015.
En artículos anteriores ya comentamos que este 2015 reunía una serie de características (ciclo presidencial por ejemplo) que apuntaban a que este año tiene más probabilidades de resultar favorable para la renta variable que el año anterior, y al menos en este inicio de año se está cumpliendo.
Si alejamos un poco más la mirada, y observamos el comportamiento del S&P 500 hasta junio en 2014, vemos que los mínimos de febrero fueron un punto de inflexión.
Los nuevos máximos históricos del S&P 500 en este 2015 ponen de manifiesto que la fuerza compradora se sigue imponiendo en los mercados, con más fuerza incluso de lo que lo hiciera en 2014.
No cabe ninguna duda que el entorno global del mercado sigue siendo favorable para la renta variable. La baja rentabilidad de los bonos sigue empujando a los inversores hacia las bolsas de valores, y eso se traslada en más alzas para los mercados, unas alzas que siguen recompensando a aquellos inversores que siguen sentados cómodamente en la tendencia alcista de los mercados de acciones.