Durante la jornada de ayer veíamos que el mes de abril es desde un punto de vista estacional el mes más fuerte para la bolsa. No obstante, a raíz de dicho artículo, muchos me habéis preguntado si esta fuerza del mes se cumple incluso después de un mes de marzo negativo como el que hemos tenido en este 2015, en el que el S&P 500 se ha dejado un 1,74%.
Para dar un poco de luz a esto he recopilado datos desde 1950 en los que el S&P 500 haya cerrado en negativo el mes de marzo, para ver cuál ha sido el desempeño del índice en el mes siguiente (abril) y lo que queda de año.
Tal y como podéis ver al lado de estas líneas, incluso en los años en los que marzo fue negativo, las probabilidades de avances durante el mes de abril siguen siendo respetablemente altas.
En concreto, desde el año 1950, el S & P 500 ha caído en 22 ocasiones durante el mes de marzo. Después de este “pinchazo” en marzo, el S & P 500 logró cerrar con avances en 14 ocasiones durante el mes de abril con ganancias medias superiores al 1%.
En lo que respecta al resto del año, con un mes de marzo negativo, el S&P 500 logró cerrar por encima del nivel del mes de marzo en casi el 60% de las ocasiones, registrando alzas promedio del 3,68% durante los nueve meses restantes hasta fin de año.
Sea como sea, ya sabéis que en mi opinión los patrones estacionales no son un argumento suficiente para operar por sí solos en los mercados (y menos a tan corto plazo). Aunque siempre es interesante disponer de estos datos como curiosidad, hay que distinguir entre lo que son pautas “puntuales” y lo que es la operativa de medio/largo plazo que nosotros llevamos a cabo para sacar rentabilidad de los mercados y que sigue con una predisposición claramente alcista.