Cómo funcionan las órdenes stop-loss garantizadas y cuándo te conviene usarlas

Si llevas un tiempo operando en bolsa seguro que has oído hablar de las órdenes stop-loss. Son ese mecanismo básico que te protege de pérdidas mayores de las que estás dispuesto a asumir. El problema aparece cuando el mercado se mueve con tanta fuerza o abre con un hueco que tu stop normal no salta en el precio que habías marcado, y ahí es cuando llega la sorpresa desagradable. Para evitarlo existen las órdenes stop-loss garantizadas, una herramienta que cada vez más traders utilizan para dormir tranquilos.

Qué es un stop-loss garantizado

Una orden stop-loss garantizada (GSLO) es, básicamente, un seguro. Tú decides a qué precio quieres salir de una operación si todo va en tu contra y el broker se compromete a ejecutarla exactamente en ese punto, pase lo que pase. Da igual que haya un gap, que la volatilidad dispare las cotizaciones o que se produzca un movimiento brusco de mercado. Si tu stop está en 6.650, saldrás en 6.650. Ni un céntimo más abajo.

Claro que nada de esto es gratis. Para cubrir ese compromiso el broker cobra una prima adicional. No suele ser alta, pero ahí está. Si tu orden nunca llega a activarse es habitual que esa prima se devuelva, aunque eso depende de cada entidad. Además, hay condiciones: no siempre podrás poner el stop garantizado a la distancia que quieras de tu entrada, a veces existen limitaciones horarias y tampoco está disponible en todos los productos.

En definitiva, se trata de una forma de blindar tu operación frente a cualquier sorpresa, aunque a cambio tengas que aceptar ese coste extra y unas reglas algo más rígidas.

Ventajas, inconvenientes y cuándo usarlos

La clave está en saber cuándo de verdad merece la pena pagar por esa garantía.

Entre las ventajas más claras está la tranquilidad de conocer de antemano tu pérdida máxima. Con un stop clásico puedes encontrarte con que la ejecución se hace peor de lo previsto, mientras que aquí no hay margen para sorpresas. También evitas que un gap en la apertura se lleve tu operación por delante con más pérdidas de las que tenías en mente. Y, además, te obliga a tener disciplina desde el principio, porque defines tu riesgo con total claridad.

En cuanto a los inconvenientes, el primero es evidente: el coste. Si eres un trader muy activo y colocas stops garantizados en cada operación, esa prima puede acabar restando bastante a tus resultados. El segundo son las limitaciones: no podrás usarlos siempre ni en todos los activos. Y, por último, el riesgo de confiarte demasiado. Un stop garantizado no convierte tu estrategia en invencible, simplemente controla un aspecto muy concreto del riesgo.

¿Y cuándo conviene realmente usarlos? Aquí tienes algunos casos claros:

  1. En días de anuncios importantes, como decisiones de bancos centrales o resultados empresariales que pueden provocar movimientos bruscos.

  2. Cuando operas activos con alta volatilidad, desde criptomonedas hasta materias primas.

  3. Si no puedes vigilar la pantalla y quieres asegurar que, pase lo que pase, tu pérdida no superará cierto nivel.

  4. Cuando tu capital es limitado y no puedes permitirte un susto extra por culpa de un gap.

Pongamos un ejemplo práctico: imagina que compras un índice a 6.695 y colocas tu stop garantizado en 6.650. Si al día siguiente abre con un hueco bajista en 6.640, un stop normal te haría salir ahí, perdiendo más de lo previsto. El garantizado, en cambio, ejecutaría tu orden exactamente en 6.650, protegiendo tu cuenta. En un mercado tranquilo y muy líquido quizá no te compense pagar esa prima, pero en entornos volátiles la diferencia puede ser enorme.

Los stop-loss garantizados son una herramienta potente para controlar el riesgo y evitar disgustos en los peores momentos. No tienes que usarlos en cada operación, pero sí deberías conocerlos y tenerlos en tu arsenal para cuando la volatilidad aprieta.

Publicidad

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.